Si la aplicación clave de blockchain en la industria agro es la trazabilidad, el beneficio fundamental es, indudablemente, el aumento de la confianza.

Es complicado encontrar un sector de la economía real donde el concepto “confianza” alcance mayor transcendencia que en el de la alimentación. Para ser algo más técnicos y exactos, en el sector agroalimentario ampliado*, que es todo lo que pasa desde el origen de un alimento, hasta que lo compras y te lo comes. Alguno estará pensando en lo financiero como respuesta al reto inicial, pero permitidnos recordaros que salud viene antes que dinero, y no únicamente porque lo diga una canción.

“Deje que los alimentos sean su medicina y que la medicina sea su alimento” dijo Hipócrates, allá por el año 390 a. C., cuando la cadena de suministro de lo agroalimentario funcionaba prácticamente “en tiempo real”. Actualmente el proceso se ha complicado, y a la tradicional agricultura, ganadería y pesca, hemos sumado maquinaria de alta tecnología, cooperativas, laboratorios, normativas, industria del procesado, manipulación, envasado, transporte, cadena de frio, distribución, comercialización, etc., etc… Y todo esto para finalmente alimentarnos nosotros y alimentar a nuestros hijos o nuestros padres, confiando en la calidad del producto que consumimos y en su perfecto estado. 

¿Cuántos millones de euros han invertido, y siguen haciéndolo, las grandes marcas de alimentación en marketing y publicidad para eliminar incertidumbres e inseguridades y posicionarse como marcas de confianza?. Muchísimo. Y, sin embargo, ninguna de estas marcas, ni fabricantes ni comercializadores, son capaces de garantizar esa confianza en toda la cadena de suministro alimentario.

Blockchain en Agroindustria

Habitualmente, cuando hablamos de blockchain o DLT (Distributed Ledger Technologies), utilizamos el concepto de confianza como el eje central al que llegamos cuando explicamos las características más importantes de estas tecnologías. Y es que, de forma resumida, estamos hablando de una base de datos descentralizada y/o distribuida, segura, transparente e inmutable, donde distintos actores, como los de una cadena de suministro agroalimentario, pueden relacionarse y trazar un proceso completo y garantista.

La aplicación fundamental de blockchain en la industria agroalimentaria es la trazabilidad de la cadena de suministro, fundamentalmente alimentos. Y en caso de conformar esta cadena a través de blockchain, los beneficios iniciales son los propios de una digitalización común: reducción de múltiples integraciones tecnológicas entre distintos actores a una sola, optimización de la gestión de la demanda, eliminación de procesos de valor cero, etc., etc… O sea, reducción de costes. Sin embargo, las posibilidades reales que ofrece disponer de una trazabilidad completa de la cadena a través de blockchain, son mucho más amplias y atractivas para el consumidor. Veamos algunos casos:

  • Garantía de origen: no sólo hablamos de garantizar al consumidor el lugar de origen del alimento, sino de ofrecerle garantías sobre su trazabilidad. Por ejemplo, sobre cómo ha sido tratado un animal, si hablamos de carnes o pescados, o incluso las condiciones meteorológicas del viñedo en el que se ha obtenido el caldo para un vino. Muchos productores importantes encuentran en valores como el origen del producto, las condiciones y tratamiento de los animales, o la propia sostenibilidad del proceso, elementos claves para la diferenciación de sus productos sobre los que están desarrollando su estrategia, pero tienen que ser capaces de garantizarlo al consumidor. Hablamos de confianza.
  • Intoxicación alimentaria, desgraciadamente un tema recurrente últimamente. Las facilidades que ofrece una trazabilidad completa basada en blockchain para poder intervenir ante una amenaza para la salud son muchas y aplicables en los casos más complejos, que son aquellos en los que el alimento está cerca de ser consumido: bloqueando lotes en cualquier punto del proceso o incluso avisando directamente al consumidor, en aquellos casos en los que se haya identificado en el momento de la compra. Poned en valor también el brutal impacto en la imagen de una marca cuando se publica en medios una alerta sanitaria porque desconocen el lugar exacto donde se ha vendido el producto en mal estado. De nuevo, hablamos de confianza.
  • Eliminación del fraude. Un grave problema que asociamos más a industrias como la textil, pero que ha entrado de lleno en el mundo agroalimentario a través de las bebidas alcohólicas y productos alimenticios de lujo, y amenaza seriamente a una industria cuyos productos no son prendas de vestir, sino bebidas o alimentos consumidos por personas. Seguimos hablando de confianza.

Si la aplicación clave de blockchain en la industria agro es la trazabilidad, el beneficio fundamental es, indudablemente, el aumento de la confianza.

El sector, en su conjunto, se enfrenta a grandes retos de negocio e incertidumbres tecnológicas en el proceso de adopción de blockchain para sus distintas posibilidades de aplicación. Los grandes retailers de alimentación y las corporaciones de la industria productiva ya han comenzado a posicionar sus estrategias y a utilizar plataformas blockchain logrando sus primeros casos de éxito. Pero el sector se completa con cientos de medianas y pequeñas empresas que deberían plantearse, como mínimo, si sus próximas decisiones están alineadas para lo que viene.

* El sector agroalimentario ampliado en España, que incluye agricultura, pesca y sector agroalimentario, además de la industria alimentaria, bebidas y tabaco, y comercialización, superó en 2018, por primera vez en la historia, los 100.000 millones de euros de facturación. Fuente: Observatorio sobre el sector agroalimentario español en el contexto europeo. Informe 2018.